3 razones para reformar la fachada de tu edificio
Como sucede con cualquier cosa, la fachada de un edificio termina por tener con un periodo de vida útil. Este lapso de tiempo se ve afectado por el deterioro de los materiales, lo que hace que en cierto momento, la rehabilitación de edificios sea algo de suma importancia.
El llevar a cabo la rehabilitación de una fachada o realizar un correcto mantenimiento de la misma es algo esencial que, en la mayoría de las veces, de ignora o se pospone de forma ininterrumpida. Y, al hablar de este tipo de rehabilitaciones, no sólo nos referimos a su elemento estético (que, sin embargo, también es importante), sino a puntos como la mejora en la calidad de vida de los habitantes del edificio en cuestión, la seguridad, el ahorro de energía, entre otros.
¿Te gustaría conocer las principales razones por las que deberías reformar la fachada de tu edificio? A continuación, las compartimos contigo:
Se mejorará el aspecto estético del edificio:
El realizar una rehabilitación de la fachada puede proveernos de una fachada no sólo funcional, sino moderna, con estilo y elegancia. Y es que al cambiar su apariencia mediante la modificación y mejora en ventanas, pintura, grietas, estructura, puertas y demás, daremos un encanto nuevo al edificio y, por consiguiente, terminaremos por mejorar la calidad de vida, ya sea de nosotros y nuestra familia, o de quienes lo habiten.
La vivienda se verá revalorizada:
Si buscas vender o alquilar tu vivienda, un aspecto interesante, sin duda, puede ser su revalorización incremento de valor. Muchas veces pensamos que, para ello, sólo basta con llevar a cabo reformas en el interior; sin embargo, el exterior supone el primer contacto con cualquier persona, por lo que no debemos dejar que pase por alto. De esta forma, tanto agencias inmobiliarias como posibles compradores valorarán de forma positiva el edificio en su conjunto, e incluso nuestras chances de finalizar un negocio que nos beneficie aumentarán.
Podremos reducir al mínimo los niveles de humedad:
Las humedades que se deben a grietas o daños estructurales en donde se presentan filtraciones de agua; o bien, debido a la condensación, muchas veces, tienen su relación con una incorrecta impermeabilización de la fachada y los muros exteriores.
Esta es la razón fundamental por la que la rehabilitación de fachadas (y el empleo de materiales de calidad) puede hacer que este tipo de problemas se vuelva cosa del pasado; además, por supuesto, que podremos retrasar su aparición de nuevo por bastantes años más.
Evitaremos costes extra:
El dicho “más vale prevenir que curar” puede aplicarse perfectamente al tema de la rehabilitación de fachadas. ¿Por qué? Bueno, hablamos de realizar una reforma de este tipo con el fin de reducir o eliminar en su totalidad los costes adicionales que, no pocas veces, no prevemos de forma correcta.
La rehabilitación de una fachada forma parte del mantenimiento integral de un edificio, y es un elemento lave para alargar su vida útil y evitar daños en los años venideros.